El 11 de abril de 2025, la administración del Hospital SAMIC de El Calafate procedió al retiro del busto del expresidente Néstor Kirchner, que había sido instalado en una de las alas del sanatorio público. La escultura, donada en 2022 por el empresario Rudy Ulloa y realizada por el artista Miguel Villalba, fue inaugurada el 27 de octubre de ese año, conmemorando el 12º aniversario del fallecimiento del exmandatario.
Reacciones ante la remoción del busto
La decisión de retirar la escultura generó fuertes críticas por parte de Rudy Ulloa, exchofer de Kirchner y empresario vinculado al kirchnerismo. Ulloa expresó su descontento en redes sociales, comparando la acción con la remoción de monumentos históricos y señalando que podría tratarse de una represalia política. En sus declaraciones, hizo referencia a la retirada del cuadro de Julio Argentino Roca y sugirió que la medida contra el busto de Kirchner podría estar motivada por cuestiones ideológicas.
Contexto político y decisiones similares
Este hecho se suma a una serie de decisiones tomadas por el gobierno de Javier Milei, orientadas a desideologizar espacios públicos y eliminar símbolos asociados al kirchnerismo. Entre estas acciones se incluyen el cambio de nombre del Centro Cultural Kirchner a Palacio Libertad y la renombración del gasoducto Néstor Kirchner como Perito Moreno.
Además, en noviembre de 2024, la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, ordenó el retiro del busto de Néstor Kirchner de una sede de la ANSES en Buenos Aires, argumentando que en los edificios públicos ya no se homenajean a figuras vinculadas a casos de corrupción.
Implicaciones y debate sobre la memoria histórica
La remoción del busto en El Calafate ha reavivado el debate sobre la memoria histórica y la presencia de símbolos políticos en espacios públicos. Mientras algunos sectores consideran estas acciones como necesarias para promover una visión más neutral del Estado, otros las interpretan como intentos de borrar la historia reciente y las conquistas sociales asociadas al kirchnerismo.
La controversia refleja las tensiones políticas actuales en Argentina y plantea interrogantes sobre cómo se construye y preserva la memoria colectiva en el país.