Del QR al CBU: Mercado Pago se convierte en banco y sacude al sistema financiero

El gobierno habilitó el pago a través de Medios Electrónicos

En un movimiento que promete redefinir el panorama financiero argentino y regional, Mercado Pago inicia su transformación para convertirse en banco. Esta decisión estratégica no solo consolida su posición en el ecosistema fintech, sino que marca un hito en la relación entre las plataformas digitales y el sistema bancario tradicional.

La empresa, filial financiera de Mercado Libre, confirmó la creación de un banco propio desde cero, descartando la adquisición de una entidad existente. Esta decisión responde a una visión a largo plazo: lograr mayor autonomía operativa, libertad regulatoria y expansión comercial sostenida. A diferencia de otras fintech que dependen de terceros para operar, Mercado Pago busca integrarse plenamente al sistema financiero regulado.

Este nuevo paso permitirá a Mercado Pago ofrecer productos y servicios hasta ahora reservados a entidades bancarias, como cuentas remuneradas, emisión de tarjetas de crédito y débito, operaciones en títulos públicos, CEDEARs y plazos fijos, entre otros.

Con más de 25 millones de usuarios activos en Argentina, Mercado Pago ya posee una de las carteras más robustas del país. Esta cifra supera incluso a gigantes tradicionales como Banco Provincia o Santander, posicionándose como la mayor entidad privada en términos de clientes. Su ventaja también se refleja frente a otros jugadores digitales como Ualá y Brubank, a quienes sobrepasa ampliamente.

Convertirse en banco no es simplemente un cambio formal, sino una evolución lógica que fortalece su posición en el mercado y le otorga el control total de su infraestructura financiera, eliminando la dependencia de instituciones intermediarias como Citibank o BIND para operar con CBU.

Mercado Pago en el sistema bancario: una jugada estructural

Aunque se especuló sobre la posible compra del Banco Sáenz, la compañía optó por construir su propia entidad. Esta decisión demuestra que su incursión en la banca no es pasajera, sino parte de una estrategia firme y duradera. De concretarse, el nuevo banco de Mercado Pago podría comenzar a operar entre seis y quince meses, según estimaciones del sector.

La operación también genera inquietud en el ecosistema fintech: la entrada de Mercado Pago al sistema regulado podría elevar el nivel de exigencia para otras empresas del rubro, limitando las futuras concesiones para aquellas que aún no poseen licencia bancaria. Esto tensiona un ambiente que ya discute activamente sobre reglas de competencia, equidad y acceso al sistema financiero.

Potencial de crecimiento: inclusión financiera como bandera

El enfoque de Mercado Pago apunta a ampliar el acceso al sistema financiero, captando sectores históricamente marginados por la banca tradicional: beneficiarios de ANSES, trabajadores informales, empleados bajo contrato y monotributistas. En este sentido, su estrategia replica el modelo de éxito de Nubank en Brasil, que con más de 120 millones de usuarios es hoy el mayor emisor de tarjetas en ese país.

La gran ventaja de Mercado Pago es su integración directa con el ecosistema de Mercado Libre, lo que le permite ofrecer beneficios cruzados como cuotas sin interés, promociones exclusivas, programas de fidelidad y una experiencia de usuario unificada. Esto no solo impulsa la bancarización formal, sino que fomenta la participación de usuarios informales o subatendidos, quienes ahora podrán operar con servicios bancarios sin fricciones.

Criptomonedas y banco: ¿la próxima frontera?

En paralelo a su reconversión bancaria, Mercado Pago contempla una expansión en el terreno de las criptomonedas. Tras la revisión de la Comunicación A7506 del Banco Central, se espera que se autorice nuevamente a los bancos a ofrecer activos digitales. En este marco, la empresa planea reactivar su oferta de monedas digitales, incluyendo el Melidólar, una stablecoin atada al dólar, ya disponible en Brasil y Chile.

Desarrollada junto a Ripio y basada en Lachain, una blockchain propia, esta moneda permite operar sin comisiones de red y ofrece un rendimiento estimado del 5% anual. De ser autorizada como banco, Mercado Pago podría ofrecer esta criptomoneda desde una plataforma regulada, lo que fortalecería su legitimidad, seguridad y adopción por parte de los usuarios.

La conversión de Mercado Pago en banco representa mucho más que un cambio interno. Por volumen de usuarios, presencia regional y tecnología, la empresa podría convertirse en uno de los actores más relevantes del sistema bancario latinoamericano. Su ingreso como banco formal obliga al resto de las entidades a repensar sus estrategias, especialmente frente a una generación que prioriza la agilidad, la digitalización y la experiencia de usuario.

Sin embargo, también surgen preguntas legítimas:

  • ¿Podrá el sistema regulatorio adaptarse a este nuevo actor sin debilitar la protección al usuario?
  • ¿Cómo impactará en la competencia la creación de un gigante con acceso privilegiado a datos, recursos y sinergias?
  • ¿Están los bancos tradicionales preparados para enfrentar esta transformación?