La esperada secuela de la aclamada película «Ciudad de Dios» llega a la pantalla en forma de serie bajo el nombre «Ciudad de Dios, la lucha no para». Con un enfoque renovado, esta producción de Max y HBO se sumerge nuevamente en las complejidades de la vida en una favela carioca, veinte años después de los eventos retratados en el icónico film de 2002.
El punto de partida de la serie nos ubica en 2004, en pleno corazón de Río de Janeiro. Buscapé, quien fue el narrador y uno de los personajes centrales de la película original, regresa para guiarnos por los pasadizos oscuros y peligrosos de la favela. Ahora convertido en un fotógrafo reconocido, Buscapé reflexiona sobre su pasado, marcado por la violencia y la pobreza, y cómo estos elementos siguen persiguiéndolo a pesar de haber dejado físicamente la favela.
En el primer episodio, la serie se abre con imágenes potentes: un tiroteo en pleno día, la angustia de una comunidad atrapada entre la violencia de los narcotraficantes y la brutalidad policial, y la voz en off de Buscapé, que nos introduce en una realidad donde la muerte y el peligro son compañeros constantes. “Dejé la favela, pero la favela no me dejó”, dice, encapsulando la esencia de su vida y el ambiente que la serie pretende retratar.
Nuevas y viejas caras: personajes en una favela en guerra
La serie no sólo retoma personajes conocidos, sino que también introduce nuevas figuras que enriquecen la narrativa. Entre los personajes que regresan se encuentra Curió, un capo narco cuya presencia es tan imponente como inescapable. Su poder se extiende por toda la favela, ofreciendo una «protección» que tiene un precio elevado: la vida bajo el yugo de la violencia constante.
Por otro lado, personajes como Cintia, una mujer que ha transformado su tragedia personal en una fuente de esperanza para su comunidad, destacan por su resiliencia. Cintia es la fundadora de una Asociación de Vecinos que lucha por mantener la cohesión social en un entorno hostil, donde la pobreza y el narcotráfico amenazan con destruir los lazos comunitarios.
En medio de este caos, Berenice y Barbantinho también regresan a la pantalla, ahora como adultos dedicados a organizar actividades para los jóvenes de la favela, con la esperanza de ofrecerles alternativas a la vida delictiva. Sus esfuerzos, sin embargo, se ven constantemente socavados por la presencia de Braddock, un ex convicto que sale de la cárcel decidido a reclamar lo que cree que le pertenece, y que no dudará en iniciar una nueva guerra para lograrlo.
La serie se compone de seis capítulos, cada uno de los cuales profundiza en la compleja dinámica de poder dentro de la favela. La narrativa incluye desde enfrentamientos violentos hasta momentos de aparente tranquilidad, como un partido de fútbol en una cancha de tierra, que rápidamente se transforma en un campo de batalla cuando los espectadores, aparentemente inofensivos, sacan sus armas para resolver sus diferencias.
Esta nueva entrega no solo busca continuar la historia de la película original, sino también ofrecer una mirada crítica a los cambios —o la falta de ellos— que han tenido lugar en las favelas brasileñas en las últimas dos décadas. Con una producción de alta calidad y un elenco que combina actores veteranos con jóvenes talentos locales, la serie promete convertirse en un nuevo hito del cine y la televisión brasileña.