El poder Ejecutivo de Argentina ha presentado un proyecto de ley que busca liberar las importaciones de tecnología, eliminando las barreras arancelarias que afectan a productos de informática y telecomunicaciones. Este proyecto, impulsado por diputados del PRO, propone llevar a cero las alícuotas de derechos de importación para una amplia gama de bienes tecnológicos, con el objetivo de facilitar su acceso a los consumidores argentinos. Sin embargo, esta iniciativa ha generado un debate sobre su impacto en la producción local y el empleo, particularmente en la región de Tierra del Fuego.
¿Qué propone el proyecto de ley sobre las importaciones de tecnología?
El proyecto de ley, que ingresó recientemente a la Cámara de Diputados, propone modificar el Código Aduanero para evitar que el Estado pueda imponer prohibiciones o restricciones a las exportaciones e importaciones por motivos económicos. Esto afectaría directamente a los bienes de informática y telecomunicaciones, como computadoras, celulares, parlantes, auriculares y otros dispositivos electrónicos, que actualmente se encuentran sujetos a impuestos y restricciones arancelarias.
Entre los cambios propuestos, el proyecto establece que el Poder Ejecutivo no podrá imponer barreras a las importaciones con el fin de proteger la producción local o de ejecutar políticas monetarias o cambiarias. Esto implica una apertura significativa del mercado tecnológico, con el propósito de promover la competencia y mejorar el acceso de los consumidores argentinos a productos más avanzados y modernos.
Impacto en la producción de tecnología local
Una de las principales preocupaciones que ha generado esta iniciativa es el impacto que podría tener en la producción local, especialmente en el polo tecnológico de Tierra del Fuego, donde se fabrican el 94% de los teléfonos celulares, televisores, acondicionadores de aire y otros dispositivos electrónicos que se utilizan en el país. Gracias a beneficios impositivos, esta región ha sido clave en el desarrollo de la industria tecnológica nacional, generando más de 8.500 empleos directos y otros 7.300 de forma indirecta.

La eliminación de aranceles podría representar un desincentivo para la producción local, lo que afectaría no solo a la economía de Tierra del Fuego, sino también a toda la cadena de suministro que depende de esta industria. Los críticos del proyecto argumentan que la apertura del mercado sin una protección adecuada para la industria nacional podría llevar a una mayor dependencia de las importaciones y, en el largo plazo, a la pérdida de empleos en el sector.
Ventajas y desventajas de la eliminación de barreras a las importaciones de tecnología
La propuesta de reducir a cero los aranceles para los productos tecnológicos tiene tanto ventajas como desventajas. Entre los beneficios destacados por los defensores del proyecto de importación, se menciona que los consumidores podrán acceder a dispositivos electrónicos de última generación a precios más bajos, lo que impulsará la adopción de nueva tecnología en Argentina. Además, esta medida fomentaría la competitividad en el mercado, permitiendo a las empresas tecnológicas internacionales ingresar con más facilidad al país.
Por otro lado, las desventajas de las importaciones de tecnología incluyen la posibilidad de que la industria local, que actualmente goza de protección arancelaria, no pueda competir con los productos importados. Esto podría generar una disminución en la producción nacional y una mayor dependencia del exterior para satisfacer la demanda interna de bienes tecnológicos.
Detalles técnicos del proyecto de ley
El artículo 2 del proyecto establece que las posiciones arancelarias comprendidas en la Nomenclatura Común del MERCOSUR (N.C.M.), como las partidas 8471 (computadoras), 8414.5 (ventiladores), 8473.3, 8473.4, 8473.5 (accesorios y partes de computadoras), 8517 (equipos de telecomunicaciones), 8518 (parlantes y auriculares), 8544.7 (fibras ópticas) y 9001.1 (lentes y otros equipos ópticos), tendrán una tasa de arancel del 0%. Esto se mantendría hasta el 31 de diciembre de 2028 o hasta que el Consejo del MERCOSUR decida aplicar alícuotas diferentes al Arancel Externo Común (AEC).
Además, el proyecto otorga al Ejecutivo la facultad de extender este tratamiento arancelario a otros bienes tecnológicos que se consideren de informática y telecomunicaciones, siguiendo las decisiones del Consejo del MERCOSUR. Esto significa que, en caso de aprobarse, el gobierno tendría la capacidad de incluir nuevos productos en esta categoría de bienes con aranceles reducidos, ampliando aún más la apertura del mercado.
¿Qué significará para los consumidores argentinos?

Uno de los principales argumentos a favor de este proyecto es que los productos tecnológicos se volverían más accesibles para los consumidores argentinos. Actualmente, muchos dispositivos electrónicos tienen precios elevados debido a los altos impuestos y aranceles que se aplican a las importaciones. Si estos costos se reducen, los consumidores podrían acceder a tecnología más avanzada a precios más competitivos, lo que mejoraría su calidad de vida y facilitaría la digitalización de diversos sectores.
En este contexto, algunos analistas señalan que productos como los iPhone, que históricamente han sido difíciles de adquirir en Argentina por sus altos precios, podrían estar al alcance de más personas si los aranceles son eliminados. Esto impulsaría no solo el consumo de tecnología, sino también la adopción de nuevas tendencias en áreas como la telefonía móvil, el trabajo remoto y el entretenimiento digital.
