La condena a Cristina Fernández de Kirchner por parte de la Corte Suprema, que incluye seis años de prisión y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, ha generado una reacción inmediata y contundente dentro del peronismo. Desde gobernadores, intendentes y sindicalistas hasta militantes de base y agrupaciones políticas, se articularon expresiones de solidaridad que evidencian no solo el peso simbólico de Cristina, sino también la profundidad de la crisis institucional que atraviesa el país.
Unidad en torno a Cristina: un cierre de filas del kirchnerismo
Tras conocerse el fallo definitivo, referentes del kirchnerismo salieron a manifestar su respaldo a la expresidenta. Con mensajes en redes sociales, conferencias de prensa y comunicados oficiales, dirigentes como Axel Kicillof, Eduardo “Wado” de Pedro, Máximo Kirchner, Sergio Massa y Jorge Capitanich denunciaron una persecución judicial con fines políticos y llamaron a la militancia a mantenerse movilizada.Desde el Instituto Patria y la organización La Cámpora, se reforzó el mensaje de que la justicia ha sido utilizada como una herramienta de proscripción. Para muchos dirigentes, el fallo no representa el fin de una etapa, sino el inicio de una nueva fase de lucha política, donde Cristina Kirchner continuará teniendo un rol central, aunque no pueda competir electoralmente.
Movilización popular: el peronismo en la calle
La reacción peronista no se limitó a declaraciones. En las horas posteriores a la ratificación de la condena, miles de personas se autoconvocaron frente al domicilio de Cristina Kirchner en Constitución, en la sede del Partido Justicialista en Balvanera y en puntos clave del conurbano bonaerense.Bajo consignas como “Cristina no está sola” y “Proscriben a una, se levantan millones”, las movilizaciones reflejaron el espíritu de resistencia del núcleo duro peronista. Universidades públicas, agrupaciones estudiantiles, sindicatos y organizaciones sociales también adhirieron a las vigilias en diferentes puntos del país.
Tensión y divergencias dentro del peronismo más amplioA pesar de la demostración de unidad, la condena también expuso tensiones internas dentro del peronismo. Algunos sectores más moderados, como el del exministro Juan Manzur o gobernadores del norte argentino, mantuvieron un silencio prudente, intentando evitar una confrontación directa con la Corte Suprema.
Otros actores del peronismo tradicional, si bien expresaron su desacuerdo con el fallo, evitaron defender explícitamente la inocencia de Cristina, adoptando una postura institucionalista para no quedar enfrentados con el Poder Judicial ni con el electorado independiente.Estas diferencias reflejan la división interna entre el kirchnerismo más combativo y un peronismo más pragmático, que busca sostener la gobernabilidad en un contexto económico y social frágil.
El PJ nacional entre la defensa y el desafío electoral
El Partido Justicialista nacional convocó a reuniones de emergencia para evaluar la situación y definir una estrategia unificada. El gran interrogante que surgió tras la condena es: ¿quién representará al espacio en las futuras elecciones si Cristina no puede ser candidata?Si bien Cristina Kirchner mantiene su liderazgo simbólico y su capacidad de definir candidaturas, su exclusión legal obliga al peronismo a acelerar la renovación interna y consolidar una figura que logre amalgamar al movimiento. La incógnita sobre un nuevo liderazgo consensuado se vuelve más urgente frente a un escenario electoral marcado por la polarización y el descrédito institucional.
Sindicalismo y movimientos sociales: respaldo y advertencias
El movimiento obrero organizado también reaccionó con fuerza. La CGT y la CTA de los Trabajadores emitieron comunicados en defensa de la expresidenta, denunciando un ataque contra la democracia y exigiendo el respeto a la voluntad popular.Organizaciones sociales como Movimiento Evita, Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa se sumaron a las marchas y pidieron un mayor protagonismo popular frente a lo que consideran una avanzada de los poderes concentrados. Desde estos sectores, se insistió en que “a Cristina no se la proscribe, se la defiende en la calle”.
Un desafío de cara al futuro: sostener la cohesión del movimiento
La reacción del peronismo ante la condena a Cristina Kirchner dejó en claro que, pese a las diferencias internas, la figura de la exmandataria sigue siendo el factor aglutinante del espacio. La pregunta central es si esa unidad podrá sostenerse en el tiempo o si comenzará un reacomodamiento de fuerzas que redefina el mapa político.
Mientras tanto, el kirchnerismo apuesta a fortalecer su narrativa de víctima de lawfare, capitalizar el apoyo popular y convertir la condena en una bandera de lucha contra lo que consideran un poder judicial colonizado por intereses opositores.

 
				 
				 
				 
				
			