El Gobierno Nacional ha tomado una decisión contundente para erradicar la violencia en los estadios: se ha prohibido de forma indeterminada el ingreso a las canchas a 17 miembros de la barra brava de Vélez Sarsfield, conocidos como La Pandilla de Liniers. Esta resolución afecta tanto a partidos organizados por la AFA, como también a los eventos bajo la órbita de la FIFA y la CONMEBOL.
La sanción, comunicada oficialmente a través del Boletín Oficial mediante la Resolución 417/2025 del Ministerio de Seguridad, representa un duro golpe para las barras de Vélez, especialmente tras el grave incidente ocurrido durante un encuentro amateur en el que varios hinchas protagonizaron un ataque violento contra la Policía de la Ciudad.
El hecho se registró al término del partido disputado entre Vélez Sarsfield y Peñarol, por la primera fecha del grupo H de la Copa Libertadores. El enfrentamiento comenzó cuando integrantes de La Pandilla de Liniers detectaron que un efectivo policial vestía un short del club uruguayo, lo que fue interpretado como una provocación.
Acto seguido, un grupo de barrabravas irrumpió en el campo y atacó violentamente a los agentes. Como resultado del incidente, varios efectivos fueron agredidos, y se produjo un caos que terminó con la detención inmediata de los agresores dentro del mismo estadio.
Identificación de los implicados y sanciones correspondientes
Gracias a las actuaciones de la Justicia, los responsables del ataque fueron rápidamente identificados. Entre los sancionados se encuentran:
- Jonathan Matías Pereyra
- Diego Omar Richini
- Brian Benjamín Andelo
- Wilson Ezequiel Báez
- Nazareno Reyes
- Guillermo Martín Romer
- Nahuel Ángel Adrián Contreras
- Maximiliano Ojeda
Además, también figuran:
- Yamil Agustín Méndez
- Alexis Lautaro Arnal
- Ignacio Agustín D’Amico
- Nicolás Pereyra
- Eric Adriel Linardi
- Cristian Silvestre Cejas
- Tomás Agustín Lorenzo Polutranka Fernández
Todos ellos fueron incluidos en la lista de personas no autorizadas a ingresar a los estadios, medida que permanecerá vigente hasta nuevo aviso y que podría ampliarse si avanza la investigación.
Hallazgos preocupantes en la escena del conflicto
Durante el operativo en el estadio, las autoridades secuestraron dos armas de fuego calibre 9 mm, marca Beretta, las cuales eran reglamentarias de la Policía de la Ciudad. Estos elementos estaban en posesión de los involucrados y generaron aún más alarma sobre la peligrosidad del grupo.
Además, fue hallado un vehículo Fiat Palio con el vidrio trasero dañado, el cual pertenecería a uno de los oficiales involucrados en el hecho. Este hallazgo plantea interrogantes sobre el accionar policial durante el enfrentamiento, aunque hasta el momento no se han determinado sanciones para los agentes ni se ha confirmado si serán investigados por su participación o posible negligencia.
Este nuevo episodio de violencia protagonizado por barras de Vélez vuelve a poner sobre la mesa la urgencia de implementar políticas más firmes contra las agrupaciones que, bajo la excusa de la pasión futbolera, ponen en riesgo la seguridad de jugadores, hinchas y autoridades.
La Pandilla de Liniers, considerada una de las facciones más activas en el fútbol argentino, ya había sido vinculada en el pasado con otros actos delictivos, aunque en esta oportunidad la contundencia del ataque y la exposición pública llevaron al Gobierno a actuar con mayor firmeza.
Prohibiciones en el fútbol: ¿medida efectiva o parche temporal?
Expertos en seguridad y prevención de la violencia en espectáculos deportivos aseguran que la prohibición de ingreso a barras bravas es una herramienta útil, aunque no suficiente si no va acompañada de acciones judiciales y desarticulación de las organizaciones que las respaldan.
En este caso, la decisión del Ministerio de Seguridad marca un precedente importante, pero también deja en evidencia la necesidad de revisar la relación entre fuerzas de seguridad y barras organizadas, especialmente cuando surgen indicios de complicidad o falta de controles.