La violencia de género sigue siendo uno de los problemas más críticos en nuestra sociedad. Un caso reciente ocurrido en Pilar, Buenos Aires, refleja la gravedad de esta situación y su impacto en las comunidades. Una mujer fue víctima de una agresión por parte de su pareja en un episodio que terminó en intervención policial.
La violenta secuencia se desarrolló en la intersección de las calles Hipólito Yrigoyen y Battaglia, en el centro de Pilar. Tras una discusión, el hombre persiguió a su pareja en un auto tipo remis, logrando alcanzarla y agredirla físicamente. Los gritos desesperados de la mujer alertaron a los vecinos, quienes rápidamente llamaron al 911 ante el temor de estar presenciando un secuestro.
Minutos después de la intervención policial, la víctima confirmó que el agresor era su pareja. La policía, que patrulló la zona para identificar al hombre, no logró detenerlo, aunque sí encontraron el vehículo. El conductor del remis, ajeno a la situación de violencia, colaboró con las autoridades, brindando información crucial sobre la víctima para avanzar en la denuncia formal.
La Comisaría de la Mujer de Pilar fue la encargada de asistir a la víctima para que realizara la denuncia correspondiente. Aunque el agresor fue imputado por violencia de género, aún no se ha concretado su detención. Este caso subraya la importancia de fortalecer las medidas de protección para víctimas de violencia de género y de asegurar una respuesta rápida y efectiva ante situaciones de riesgo.
Bahía Blanca: un caso de violencia familiar que dividió a la comunidad
En otra conmovedora historia de violencia, un hombre de 78 años fue declarado culpable por la muerte de su nieto en Bahía Blanca. Este caso, ocurrido en junio de 2022, captó la atención nacional y abrió un debate sobre la legítima defensa y el uso de la violencia en el contexto familiar.
Domingo Faustino Verna, un hombre de la tercera edad, fue juzgado por matar a su nieto, Braian Alexis Verna, tras una discusión que escaló hasta el uso de la fuerza. Según las evidencias y testimonios presentados, el joven, de 29 años, llegó a la casa de su abuelo visiblemente alterado y armado con un palo. En medio de una acalorada confrontación, el anciano disparó cinco veces contra su nieto, acción que el tribunal consideró como un «exceso en la legítima defensa».
Un jurado popular, conformado por seis hombres y seis mujeres, analizó el caso y decidió por mayoría que el acto calificaba como homicidio con exceso en la legítima defensa. Esta sentencia implica una condena máxima de seis años, aunque el abuelo podría cumplir la pena bajo arresto domiciliario dada su avanzada edad.
El juicio contó con testimonios de familiares, peritos y médicos que detallaron el impacto emocional y psicológico del evento. Mariel, madre de la víctima e hija del acusado, declaró junto a otros familiares, lo que profundizó la tensión emocional en la sala. La situación fue además complejizada por dos videos de seguridad que captaron el momento exacto del altercado.
Los videos muestran al joven atacando al abuelo antes de que el adulto mayor respondiera con los disparos. La publicación de estos videos desató una ola de opiniones en la comunidad, algunos defendiendo al abuelo en términos de defensa personal y otros viendo el hecho como un homicidio premeditado.
