El acceso a la educación sigue siendo un tema prioritario en la Ciudad, y la reciente ampliación del Boleto Educativo representa un avance significativo para los estudiantes universitarios y terciarios. La medida, aprobada en comisión y próxima a ser votada en el recinto, busca garantizar el acceso equitativo al transporte público para quienes estudian en instituciones de nivel superior, además de incluir beneficios para acompañantes de estudiantes de niveles iniciales.
La reforma al Boleto Educativo de la Ciudad introduce un cambio crucial: la inclusión de estudiantes universitarios y terciarios, tanto de instituciones estatales como privadas con subsidio estatal completo. Esta modificación al artículo 1 de la ley 5.656 busca garantizar que los alumnos de todos los niveles educativos tengan igualdad de oportunidades para movilizarse hacia sus centros de estudio.
Además, la medida elimina restricciones por edad, abriendo la posibilidad a estudiantes adultos que retoman o continúan sus estudios superiores. No obstante, se establecen ciertos criterios económicos, como un ingreso máximo de $1.500.000, para priorizar a quienes más necesitan el beneficio. Esto responde a una demanda histórica de la comunidad educativa y de sectores políticos, que argumentaban la necesidad de extender el boleto estudiantil a un grupo más amplio de la población.
Otro cambio sustancial es el aumento en la cantidad de viajes gratuitos. Los estudiantes pasarán de tener 50 viajes mensuales a un total de 96, distribuidos de lunes a sábado y con un máximo de cuatro viajes diarios. Este beneficio aplica tanto a los nuevos beneficiarios como a los estudiantes de niveles obligatorios, quienes ya gozaban de gratuidad en el transporte público porteño.
Un punto destacado de la reforma es la inclusión de acompañantes de alumnos menores de 12 años en el esquema tarifario subsidiado. Actualmente, los estudiantes preuniversitarios no abonan transporte, pero sus acompañantes sí. Con esta medida, la tarifa para los adultos responsables será del 55% de la tarifa plena. Aunque algunos legisladores, como Claudia Neira de Unión por la Patria, pidieron una cobertura del 100%, la disposición representa un avance importante hacia la equidad en el acceso al transporte para familias con niños pequeños.
Impacto económico y social del Boleto Educativo ampliado
El costo del transporte es un factor determinante en el presupuesto de los estudiantes. Según cálculos recientes, quienes utilizan colectivos y trenes para trasladarse a sus universidades pueden gastar más de $33.000 mensuales, una cifra insostenible para muchas familias. Con el boleto educativo ampliado, se busca reducir este impacto económico y garantizar que ningún estudiante abandone sus estudios por falta de recursos para movilizarse.
Un aspecto polémico durante las discusiones fue la propuesta de extender el beneficio a estudiantes del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Mientras que la oposición peronista apoyaba esta ampliación, el oficialismo y el radicalismo rechazaron la idea, argumentando que la Ciudad debe priorizar a sus propios residentes. Según proyecciones, incluir a estudiantes del AMBA elevaría el costo fiscal del programa del 0,12% al 0,29% del presupuesto porteño, un gasto que algunos consideran viable, pero que fue descartado en esta instancia.
El rol de la comunidad educativa en la lucha por el Boleto Educativo
La aprobación del dictamen en la comisión conjunta de Educación y Presupuesto no habría sido posible sin la activa participación de representantes de la comunidad educativa, centros de estudiantes y legisladores comprometidos. Durante el debate, figuras como Lucía Cámpora, exlegisladora de Unión por la Patria, destacaron la importancia de esta conquista: “La Ciudad debe convertir este proyecto en ley. Es inadmisible que la mayor universidad de Sudamérica no tenga boleto universitario”.
A su vez, Alejandrina Barry, impulsora de otra de las iniciativas integradas en el proyecto final, recordó la carga histórica de esta demanda. Durante la última dictadura militar, jóvenes que luchaban por el boleto educativo fueron desaparecidos en hechos como la Noche de los Lápices, un trágico episodio que marcó la historia del país.
Aunque el dictamen representa un avance significativo, no está exento de críticas. Durante las reuniones de comisión, se alzaron voces pidiendo la inclusión de docentes y personal no docente en el esquema del boleto educativo. Anahí Vera, profesora del Centro Educativo de Nivel Secundario 9, insistió en que para ser verdaderamente inclusivo, el beneficio debe contemplar también a los trabajadores de la educación. Sin embargo, esta propuesta no fue acompañada por el oficialismo y sus aliados.
El único bloque que no respaldó el dictamen fue La Libertad Avanza, que cuestionó la falta de mecanismos claros para controlar el uso del boleto gratuito. Según sus representantes, no se establecen límites claros para garantizar que los viajes subsidiados sean utilizados exclusivamente para fines educativos, lo que podría derivar en un uso indebido del beneficio.
Próxima votación en la Legislatura
El dictamen consensuado cuenta con un amplio apoyo en la Legislatura porteña, lo que asegura su aprobación durante la sesión del 12 de diciembre. Este mismo día se tratarán otros proyectos clave, como el Presupuesto 2025 y la Ley de Ficha Limpia, consolidando un día crucial para la política de la Ciudad.
Con la ampliación del Boleto Educativo, la Ciudad da un paso firme hacia la construcción de un sistema educativo más inclusivo y accesible. Si bien quedan temas pendientes, como la inclusión de docentes y estudiantes del AMBA, la iniciativa marca un avance significativo para garantizar que el transporte público no sea una barrera para el acceso a la educación.