El Gobierno de Javier Milei ha planteado nuevamente la posibilidad de eliminar las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) antes de mayo de este año. Según las autoridades, esta medida permitiría reducir significativamente los costos del proceso electoral y simplificar las dinámicas políticas internas. ¿Qué implica este cambio y cuáles son sus fundamentos?
Las PASO son un mecanismo electoral implementado en Argentina para seleccionar candidatos dentro de cada partido o frente político. Sin embargo, desde su creación, han sido objeto de críticas debido a los altos costos operativos y las posibles molestias para los votantes.
Guillermo Francos, jefe de Gabinete, expresó de forma contundente que “las PASO sólo generan gastos al Estado y molestias a los ciudadanos”. Según sus cálculos, eliminar este sistema permitiría ahorrar entre un 35% y un 40% del presupuesto total destinado al proceso electoral, lo que representa un alivio económico significativo en tiempos de crisis.
Uno de los puntos más relevantes de la propuesta es la idea de volver al sistema previo a las PASO, donde cada partido político gestionaba sus internas de manera independiente. Este modelo, según Francos, evitaría la duplicación de esfuerzos y gastos que implica el sistema actual.
De concretarse esta medida, los partidos políticos tendrían la responsabilidad de definir sus candidaturas sin involucrar al Estado ni a la totalidad del electorado, reduciendo así los costos de organización y logística asociados a la movilización de millones de votantes.
El cronograma electoral y los desafíos de la propuesta
Aunque las PASO están programadas para las legislativas de 2025, el Gobierno tiene un plazo límite: el 5 de mayo de este año. Antes de esa fecha, debe presentar una propuesta formal para eliminar el sistema. Sin embargo, las negociaciones políticas están lejos de resolverse.
Uno de los principales obstáculos es la falta de consenso. Por un lado, bloques opositores como el PRO han manifestado su rechazo rotundo a la iniciativa. Por otro, sectores más flexibles, como algunos integrantes de Unión por la Patria (UxP), parecen abiertos al debate.
Desde la Casa Rosada, fuentes oficiales reconocen que la falta de acuerdos con los aliados ha frenado avances importantes. De hecho, esta situación impidió convocar sesiones extraordinarias a finales de 2024 para tratar el tema.
Posiciones enfrentadas: Gobierno vs. oposición
El panorama político refleja un fuerte contraste de posturas. Mientras que el oficialismo resalta las ventajas económicas y administrativas de eliminar las PASO, el PRO insiste en mantenerlas, argumentando su rol en la democratización de las elecciones internas.
Por otro lado, el kirchnerismo parece más dispuesto a analizar la propuesta, lo que podría abrir una ventana de oportunidad para el Gobierno. Según una fuente oficial, “el PRO quiere que sigan las PASO, pero hay sectores del kirchnerismo dispuestos a debatir”.
De aprobarse esta medida, los partidos políticos asumirían mayor autonomía en la definición de sus candidaturas. Esto implicaría un cambio radical en la dinámica electoral, permitiendo a cada frente manejar sus internas sin la necesidad de un proceso nacional.
Para los ciudadanos, la eliminación de las PASO significaría una reducción de los comicios en el calendario electoral, lo que podría traducirse en menos desgaste y una simplificación del acto de votar.