El gobierno autorizó la privatización de Enarsa

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La privatización de Energía Argentina S.A. (Enarsa) marca un hito en la política energética del país. Este proceso, impulsado por el gobierno de Javier Milei, busca reestructurar el rol del Estado en el sector energético, promoviendo la participación del sector privado y buscando mejorar la eficiencia y sostenibilidad del sistema.

Contexto y Justificación de la Privatización

El 25 de abril de 2025, mediante el Decreto 286/2025, el gobierno argentino inició la privatización total de Enarsa.

La decisión se fundamenta en la necesidad de mejorar la eficiencia del Estado y fortalecer el rol del sector privado en el desarrollo energético del país. Según el decreto, la intervención estatal en actividades propias del sector privado no ha dado los resultados esperados y ha sido incapaz de ofrecer soluciones eficientes y rentables para la gestión de los servicios públicos.

Enarsa, creada en 2004, ha sido responsable de la importación de gas natural licuado (GNL), la administración de centrales térmicas y la participación en proyectos estratégicos como el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (ahora Gasoducto Perito Moreno). Sin embargo, en 2023, la empresa registró un déficit operativo de $713.415 millones, en gran parte debido a la compra de gas importado que se vende a precios subsidiados en el mercado interno.

Etapas del Proceso de Privatización

El proceso de privatización de Enarsa se llevará a cabo en etapas, garantizando la continuidad de la prestación de los servicios y de la ejecución de las obras en curso. La primera etapa incluye la venta del 100% de las acciones de Enarsa en CITELEC S.A., la compañía que controla Transener, encargada de la transmisión eléctrica en todo el país. Esta operación se realizará a través de un concurso público nacional e internacional.Además, el gobierno ha confirmado la intención de privatizar el Gasoducto Perito Moreno, que conecta los yacimientos de Vaca Muerta con la provincia de Buenos Aires. Actualmente, este gasoducto es propiedad de Enarsa y operado por Transportadora Gas del Sur (TGS). La propuesta de TGS para ampliar su capacidad de transporte ha sido declarada de interés público, y se espera que la concesión pase a manos privadas.

Implicaciones para el Sector Energético

La privatización de Enarsa tiene implicaciones significativas para el sector energético argentino. Por un lado, se espera que la participación del sector privado aporte inversiones, experiencia y eficiencia en la gestión de los servicios energéticos. Por otro lado, existen preocupaciones sobre la pérdida de control estatal sobre activos estratégicos y la capacidad de implementar políticas públicas en el sector.

Expertos como Salvador Gil, director de la carrera de Ingeniería en Energía de la Universidad Nacional de San Martín, señalan que la privatización podría ayudar a poner en producción zonas asignadas a Enarsa y reducir su rol como administrador de subsidios. Sin embargo, advierten que la eliminación del déficit operativo dependerá de una reducción de los subsidios al gas.

Desafíos y Consideraciones

El proceso de privatización enfrenta desafíos significativos. Uno de los principales es la necesidad de realizar estudios jurídicos, contables y contratar consultores, lo que implica costos considerables. Además, la valoración de los activos y la presentación de balances adecuados son tareas complejas que pueden retrasar el proceso.Asimismo, es fundamental garantizar que la transición hacia una mayor participación del sector privado no afecte la calidad del servicio ni los precios para los consumidores.

La implementación de mecanismos de regulación y supervisión adecuados será clave para asegurar que los objetivos de eficiencia y sostenibilidad se cumplan.