El fileteado porteño, símbolo de la identidad porteña, fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad en 2015 por la UNESCO. Esta forma artística de pintar letras y ornamentos, originaria de la provincia de Buenos Aires, se distingue por su vibrante uso del color, líneas que se transforman en espirales y efectos tridimensionales creados mediante sombras y perspectivas.
El Reconocimiento de la UNESCO al Fileteado Porteño
En 2015, la UNESCO reconoció al fileteado porteño como Patrimonio Cultural de la Humanidad. En su decisión, destacaron “el uso de íconos que representan a santos, figuras políticas admiradas, ídolos deportivos y de la música, así como la incorporación de proverbios y dichos populares en los diseños”. Este reconocimiento internacional subraya la importancia cultural y la riqueza histórica de esta expresión artística única de Buenos Aires.
Historia y Orígenes del Fileteado Porteño
El término “fileteado” proviene del latín “filum“, que significa hilo, en alusión a las líneas decorativas que se trazan bajo las letras para completar el diseño final. Surgido en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el siglo XIX, el fileteado nació de la mano de inmigrantes que, con sus pinceles, comenzaron a experimentar con nuevas formas de decoración.
Inicialmente, esta técnica se utilizó para embellecer los carros de tracción animal que transportaban alimentos y, más tarde, los colectivos de línea. Con el tiempo, el fileteado se transformó en un ícono de los barrios porteños, representando la esencia y el espíritu de la ciudad.
El Arte del Fileteado en la Actualidad
A pesar de ser un arte popular con escasa documentación escrita y sin un primer artista oficial claramente identificado, el fileteado porteño ha perdurado y evolucionado. Hoy en día, se pueden encontrar murales, estaciones de subte, colectivos y pintadas callejeras adornadas con inscripciones y dibujos característicos de este estilo.
Técnicas y Elementos del Fileteado Porteño
El fileteado porteño se caracteriza por su meticulosa técnica y la variedad de elementos que lo componen. Entre los más comunes se encuentran las líneas sinuosas y onduladas, las espirales, las flores estilizadas y los banderines. La técnica del sombreado y el uso de perspectivas tridimensionales añaden profundidad y realismo a los diseños, haciendo que las letras y figuras parezcan saltar del fondo.
El reconocimiento de la UNESCO ha consolidado al fileteado porteño como un emblema cultural de Buenos Aires, trascendiendo fronteras y generaciones. Esta forma de arte no solo embellece el entorno urbano, sino que también narra historias y refleja la identidad y valores de la comunidad porteña.
Hoy en día, diversos talleres y escuelas de arte en Buenos Aires y otras partes del mundo enseñan las técnicas del fileteado porteño, asegurando su preservación y continuidad. Además, se han organizado exposiciones y festivales dedicados a celebrar y difundir este arte, permitiendo que nuevas generaciones se familiaricen y se apasionen por esta tradición única.
