Alivio para el campo: el Gobierno bajó las retenciones y esperan que entren más dólares

Día del Campo argentina 7 de marzo

El anuncio reciente del Gobierno sobre la baja de retenciones a cultivos principales y la eliminación para economías regionales marca un hito en la política fiscal agropecuaria. Esta medida, esperada por el sector agrícola, busca aliviar la carga tributaria y devolver competitividad a los productores, quienes enfrentaban desafíos económicos significativos.

La pérdida de competitividad derivada del valor del peso y la carga impositiva llevaba a muchos productores a trabajar «a pérdida». Asociaciones agrícolas expresaron su descontento y demandaron acciones concretas al Ministerio de Economía, liderado por Luis Caputo.

Tras semanas de negociaciones, el Gobierno decidió implementar una reforma impositiva que entrará en vigor el próximo lunes 27 de enero y se extenderá hasta finales de junio. Según declaraciones oficiales, esta medida se sustenta en el superávit financiero logrado gracias al esfuerzo colectivo de los argentinos.

En una conferencia encabezada por Manuel Adorni y el ministro Caputo, se anunció una reducción de alícuotas para cultivos principales y la eliminación permanente de las retenciones para economías regionales.

El portavoz presidencial subrayó que este ajuste responde al compromiso del Gobierno de cumplir con las promesas presidenciales y reducir impuestos. Por su parte, Caputo destacó el trabajo conjunto con los productores agrícolas para desarrollar un esquema impositivo más justo, considerando factores como la sequía y la caída de precios de commodities.

El nuevo esquema de alícuotas

El Gobierno presentó el siguiente esquema de reducción de retenciones para los principales cultivos:

  • Soja: de 33% a 26%
  • Derivados de soja: de 31% a 24,5%
  • Trigo: de 12% a 9,5%
  • Cebada: de 12% a 9,5%
  • Sorgo: de 12% a 9,5%
  • Maíz: de 12% a 9,5%
  • Girasol: de 7% a 5,5%

En cuanto a las economías regionales, se eliminarán las retenciones a productos como el azúcar y el tabaco, beneficiando directamente a estas actividades clave en el interior del país.

Caputo expresó su intención de bajar aún más las retenciones, pero reconoció las limitaciones presupuestarias actuales. “Para reducirlas a cero de manera permanente, necesitaríamos un superávit de 8.000 millones de dólares, algo que hoy no está a nuestro alcance”, explicó.

Además, instó a los gobiernos provinciales y municipales a alinearse con la política económica nacional, señalando que muchos continúan aplicando impuestos distorsivos, como Ingresos Brutos.

Impacto en el sector agropecuario

Esta reforma busca revitalizar un sector clave para la economía nacional. La reducción de retenciones permitirá a los productores aumentar su rentabilidad, reinvertir en sus operaciones y enfrentar mejor las adversidades climáticas y económicas.

Por otro lado, la eliminación de retenciones para las economías regionales refuerza el compromiso del Gobierno con el desarrollo equitativo en todo el territorio nacional, promoviendo la diversificación productiva y generando empleo en áreas rurales.