En una reciente medida anunciada por el Gobierno Nacional, se dispuso que la Tarjeta Alimentar deberá cubrir, como mínimo, el 95% del valor de la canasta básica alimentaria, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Esta decisión forma parte de una actualización dentro del marco del Programa Argentina Contra el Hambre, que busca fortalecer la seguridad alimentaria de los sectores más vulnerables del país.
La medida fue oficializada mediante el Decreto 421/2025 y establece una obligación para el Ministerio de Capital Humano de monitorear mensualmente el valor actualizado de la canasta básica. Así, se espera que los montos asignados a través de Anses reflejen dicho porcentaje, garantizando un piso mínimo en la asistencia alimentaria.
Esta disposición tiene como objetivo principal asegurar un nivel básico de acceso a alimentos esenciales para millones de familias que dependen de este beneficio. La Tarjeta Alimentar, que forma parte de un paquete de políticas sociales enfocadas en la infancia y la seguridad nutricional, se transforma así en una herramienta clave para combatir la pobreza alimentaria.
El monitoreo mensual por parte de Capital Humano permitirá mantener actualizada la asignación en función de los cambios en el valor de la canasta, evitando desfasajes que podrían afectar el poder de compra de los beneficiarios.
¿Habrá aumentos en la Tarjeta Alimentar?
A pesar de lo dispuesto en el decreto, desde el Gobierno se aclaró que no habrá un aumento inmediato en los montos de la Tarjeta Alimentar. Según lo informado por el Ministerio de Capital Humano, la Asignación Universal por Hijo (AUH), sumada al refuerzo alimentario, ya estaría cubriendo actualmente el 100% del valor de la canasta básica alimentaria.
Además, en las últimas semanas, se registró una leve baja en el precio de la canasta básica, lo que reduce aún más las posibilidades de una actualización de los montos en el corto plazo. Este contexto alimenta la decisión oficial de no aplicar aumentos adicionales, al menos por el momento.
Un crédito internacional para sostener la cobertura actual
Dentro del mismo decreto que regula la Tarjeta Alimentar, se autorizó también la aprobación de un préstamo por USD 300 millones, otorgado por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). Estos fondos tienen como objetivo sostener la ampliación del programa, implementada en 2024, cuando se extendió el beneficio hasta menores de 17 años inclusive.
Con este financiamiento internacional, el Gobierno busca mantener el nivel actual de cobertura sin comprometer otras partidas presupuestarias. Es una señal clara de que, al menos en el corto plazo, la prioridad será consolidar lo ya implementado en lugar de expandir el universo de beneficiarios.
¿Se ampliará la Tarjeta Alimentar a nuevos sectores?
En las últimas semanas circularon versiones periodísticas que sugerían la posibilidad de extender la Tarjeta Alimentar a otros sectores, como beneficiarios del SUAF, jubilados o titulares de pensiones no contributivas por discapacidad. Sin embargo, estas versiones no fueron confirmadas oficialmente por el Gobierno de Javier Milei.
Hasta el momento, no se ha informado ninguna intención concreta de modificar el alcance del subsidio. Todo indica que la estrategia actual se enfoca en mantener la cobertura existente, con controles periódicos del valor de la canasta básica y una vigilancia estrecha sobre la inflación de alimentos.
En un contexto económico desafiante, la Tarjeta Alimentar continúa siendo una política pública de gran impacto social, especialmente entre los hogares con niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad. Su continuidad y actualización son fundamentales para garantizar el derecho a la alimentación, un eje clave en cualquier estrategia de desarrollo humano sostenible.
Aunque la falta de aumentos inmediatos podría generar preocupación, el hecho de que se haya vinculado directamente a la canasta básica representa un paso positivo hacia una mayor equidad y transparencia en la asignación de recursos.

 
				 
				 
				 
				