Los conflictos laborales en el subte han generado nuevas medidas de fuerza por parte de los trabajadores. Los molinetes de la estación Federico Lacroze fueron liberados en reclamo por una presunta «crisis sanitaria», mientras la empresa concesionaria Emova asegura que cumple con las normativas vigentes en relación al asbesto.
Desde las 8 de la mañana, los metrodelegados decidieron liberar los molinetes en la estación Federico Lacroze, permitiendo el ingreso gratuito de pasajeros. Este reclamo se enmarca en una denuncia por la presencia de asbesto en la red y el incumplimiento de compromisos previos por parte de Emova.
En un comunicado, los representantes de los trabajadores señalaron: «Esta medida responde a la actitud irresponsable de la empresa, que no respeta los acuerdos alcanzados con nuestra organización gremial». Aunque no se ha establecido un plazo para la finalización de la protesta, desde Emova informaron que el servicio de subte y premetro funciona con normalidad.
La respuesta de Emova: plan integral contra el asbesto
Ante la liberación de molinetes, Emova defendió su posición, afirmando que desde 2018 implementa un plan integral de desasbestizado en toda la red. Este programa incluye una mesa interdisciplinaria que cuenta con la participación de entidades gremiales y la supervisión de la Dirección de Protección del Trabajo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Según Emova, hasta la fecha se han realizado más de 3.000 mediciones de calidad del aire, todas con resultados considerados seguros para la salud. Estas evaluaciones son realizadas constantemente por laboratorios validados por la Agencia de Protección Ambiental, asegurando que las condiciones laborales cumplen con estándares científicos y técnicos.
Los trabajadores han calificado la situación en la Línea B como una crisis terminal, destacando la presencia de asbesto cancerígeno, la falta de mantenimiento, y la obsolescencia de la flota. Estas condiciones, según los metrodelegados, representan un grave riesgo tanto para los usuarios como para los empleados.
En este contexto, también se denunciaron problemas adicionales como la infestación de sarna, producto de la falta de limpieza y fumigación de los trenes y áreas públicas. La Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP) informó que varios empleados y pasajeros han resultado infectados.
El asbesto, una sustancia de origen mineral utilizada en el pasado por sus propiedades aislantes, se encuentra en vagones, tableros electrónicos, ductos de ventilación y otras áreas del subte. Su inhalación puede causar cáncer de pulmón y otras enfermedades respiratorias graves.
El mes pasado, un operador de subte falleció a causa de cáncer de pulmón, enfermedad atribuida a la exposición prolongada al asbesto. Desde 2018, cuatro trabajadores han perdido la vida por esta causa y otros 107 han sido diagnosticados con enfermedades relacionadas, según datos proporcionados por los metrodelegados.
Frente a estas acusaciones, Emova insiste en que ha trabajado activamente para eliminar el asbesto de la red y garantizar condiciones de seguridad adecuadas. «El subte cumple con los estándares técnicos y científicos establecidos por la normativa vigente», aseguraron desde la empresa.
