Este martes, Santa Fe despide con profunda emoción a Alejandra «Locomotora» Oliveras, exboxeadora campeona mundial y referente social. Su velatorio tiene dos etapas: primero en una ceremonia íntima para familiares y allegados, y luego con una despedida pública en la Legislatura provincial, donde cientos de personas podrán rendirle homenaje.
El gobierno provincial decretó tres días de duelo, en los que las banderas flamearon a media asta en todos los edificios públicos. El gesto simbolizó el reconocimiento institucional hacia una figura que trascendió el deporte y se convirtió en una referente de lucha y superación personal.
Los restos de Oliveras serán trasladados a la Legislatura de Santa Fe a las 17 h, donde el salón principal fue acondicionado para recibir al público.
Alejandra Oliveras falleció el lunes 28 de julio a los 47 años. Había sido internada dos semanas antes en el Hospital Cullen tras sufrir un ACV isquémico, y si bien su estado era reservado, el lunes sufrió una embolia pulmonar masiva que derivó en su deceso.
La noticia conmocionó a la comunidad santafesina, donde era conocida no solo por su trayectoria deportiva, sino por su constante participación en acciones sociales. El impacto fue inmediato, y numerosos mensajes de despedida comenzaron a circular en redes sociales y medios.
Una carrera legendaria en el boxeo argentino
Apodada “Locomotora” por su estilo arrollador dentro del ring, Alejandra Oliveras logró un récord imponente: 38 peleas, 33 victorias (16 por nocaut), 3 derrotas y 2 empates. Fue campeona mundial en seis oportunidades, en cinco categorías distintas, y fue reconocida con un récord Guinness por haber ganado títulos en cuatro divisiones diferentes.
En 2023 fue incorporada al Salón de la Fama del Boxeo Latinoamericano, un reconocimiento que la consolidó como una de las más grandes pugilistas de la región. Pero su legado trascendió los cuadriláteros.
Nacida en El Carmen, Jujuy, y criada en Córdoba en condiciones de pobreza extrema, Oliveras conoció la violencia doméstica desde pequeña. Su historia está marcada por la lucha: trabajó en el campo desde muy joven y encontró en el deporte un canal para cambiar su destino.
El boxeo no solo fue su escape, fue su herramienta para construir una vida nueva, de esfuerzo, disciplina y empatía. En su adultez, fundó escuelas de boxeo, colaboró con comedores comunitarios y ayudó a jóvenes en situación de vulnerabilidad a encontrar un propósito.
En los últimos años, “Locomotora” Oliveras también incursionó en la política. En 2021 se presentó como candidata por el partido Unite Santa Fe y en 2024 fue convocada por Patricia Bullrich para trabajar en la Dirección Nacional de Seguridad en Eventos Deportivos.
En abril de 2025 fue elegida como convencional constituyente, cargo al que no pudo asumir debido al ACV que sufrió el mismo día en que debía jurar. Ese hecho marcó un antes y un después en su salud, que se deterioró rápidamente en las semanas posteriores.
Un legado que trasciende el deporte
“Locomotora” Oliveras no fue solo una boxeadora. Fue madre, entrenadora, militante, figura mediática y referente. Participó en programas como Bailando por un sueño y Bienvenidos a bordo, y recientemente debutó como actriz en la serie En el barro, una producción derivada de El Marginal estrenada por Netflix.
Su imagen desafiante y su corazón generoso se convirtieron en sello distintivo de una mujer que supo transformar cada golpe de la vida en una razón para levantarse. Hoy, la Argentina la despide como a una verdadera campeona.

 
				 
				 
				 
				