A menos de 30 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se inauguró recientemente una reserva ecológica educativa que promete convertirse en un refugio para quienes buscan desconectarse de la rutina sin alejarse demasiado de la urbe. El área, que combina laguna, senderos y espacios ribereños, ya funciona como un punto de encuentro para amantes de la naturaleza, familias y estudiantes.
La iniciativa fue posible gracias a un convenio con el Yacht Club Argentino, que permitió ampliar el predio con nuevas hectáreas y garantizar la protección de la zona hasta la unión del río Luján con el Canal Vinculación.
En el lugar conviven especies autóctonas de flora y fauna. Se pueden observar aves de distintas variedades, pequeños mamíferos como coipos y carpinchos, además de insectos y vegetación ribereña que conforman un ecosistema único.
El objetivo principal no solo es ofrecer un espacio de recreación, sino también reforzar el carácter educativo y de conservación de la reserva. Las visitas guiadas, tanto para el público general como para escuelas, se han convertido en una de las actividades más valoradas.
Cómo llegar a la reserva ecológica
El acceso resulta sencillo para quienes viajen en automóvil, ya que el predio se encuentra cerca de la Ruta Nacional Nº 9. También es posible llegar en transporte público: el colectivo 60, que parte desde avenida Cabildo en CABA, deja a los visitantes a pocos metros del ingreso, aunque el recorrido dura alrededor de una hora y media.
La entrada es gratuita y el horario de apertura va de jueves a domingos y feriados, de 9 a 19 horas, con posibles modificaciones durante la temporada invernal.
La reserva cuenta con senderos señalizados que recorren áreas verdes y permiten acercarse a distintos puntos panorámicos. Uno de los principales atractivos es la laguna, donde el visitante puede detenerse a observar aves y contemplar el paisaje.
El espacio está pensado para promover actividades al aire libre: caminatas, observación de fauna, fotografía y charlas educativas. También se permite llevar mate o comida, siempre bajo la condición de mantener la limpieza y respetar las normas de convivencia.
Reglas para preservar el entorno
Con el fin de conservar la biodiversidad, se establecieron normas claras:
- No se puede alimentar ni tocar a los animales.
- Está prohibido salir de los senderos marcados.
- Todos los residuos deben ser retirados por los visitantes.
Estas medidas buscan proteger un ecosistema que, en muchos casos, ha sufrido el impacto de la urbanización y la contaminación.
Un pulmón verde para la región
La apertura de esta reserva ecológica representa un paso significativo en la creación de espacios verdes accesibles para la población del conurbano bonaerense y la Ciudad de Buenos Aires.
Además de su valor ambiental, funciona como un laboratorio educativo a cielo abierto, donde se concientiza sobre la importancia de preservar los ecosistemas y se refuerza la relación entre comunidad y naturaleza.
La nueva reserva ecológica se consolida como un pulmón verde cercano a Buenos Aires, ideal para escapadas cortas y actividades en familia. Sus senderos, la laguna y la biodiversidad que alberga la convierten en un lugar privilegiado para aprender, disfrutar y reconectar con la naturaleza.
Un espacio gratuito, accesible y necesario en tiempos donde la educación ambiental y el contacto con lo natural son cada vez más urgentes.